Industria 4.0 y visibilidad digital
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28 de abril de 2025En las redes sociales todo se mueve rápido, un día todos están bailando una canción de moda y al otro están reaccionando con memes a la última noticia. Las marcas, por supuesto, quieren ser parte de la conversación, y no está mal, las tendencias son una gran oportunidad para conectar con audiencias desde un lugar actual y cercano. Pero… ¿Qué pasa cuando se siguen solo porque sí?
En los últimos años, estar al tanto de lo que es tendencia se ha vuelto casi una obligación para las marcas que quieren mantener su relevancia. Desde temas de conversación hasta formas de trabajar, herramientas tecnológicas, formatos creativos o sonidos virales, el panorama cambia constantemente y la promesa parece tentadora: súbete al tren y gana visibilidad. Pero hay que saber que la visibilidad por sí sola no siempre se traduce en impacto real.
¿Ser viral o ser relevante?
Una pieza de contenido puede acumular millones de reproducciones, pero si no está conectada con los objetivos de la marca o con una estrategia clara, es probable que esa viralidad se quede solo en eso: en números bonitos. Nos ha tocado ver marcas que se esfuerzan por "estar en tendencia" y aún así no logran generar conversaciones reales, ni mucho menos conversiones. ¿Por qué? Porque estar presente no es lo mismo que estar presente con intención.
No se trata de ignorar las tendencias, al contrario, es importante observarlas, analizarlas y entenderlas; pero también hay que filtrar: no todo lo que es popular le aporta valor a tu marca o conecta con tu audiencia. Subirse a cada tendencia puede hacerte perder tu esencia en lugar de fortalecerla.
Entonces… ¿cómo sí hacerlo?
La clave está en tener claro qué se quiere comunicar, a quién y para qué. Es decir, tener una estrategia bien definida. Una estrategia te ayuda a decidir qué tendencias pueden ser útiles para tu marca y de qué manera puedes adaptarlas para que sumen, no solo para que “se vean bien”.
Una marca con estrategia entiende cuándo tiene sentido ser parte de una conversación viral, cuándo adaptar un formato popular con su propio enfoque o cuándo simplemente observar desde afuera porque no va con sus valores, tono o audiencia. Y esto no solo aplica para lo que se ve en redes. También hablamos de metodologías de trabajo, herramientas tecnológicas o nuevas formas de conectar con clientes.
Las tendencias pueden inspirarte, ayudarte a evolucionar, pero no deberían reemplazar tu identidad ni dictar el rumbo de tus acciones.
Antes de subirte a una tendencia, vale la pena preguntarse:
¿Esto suma a mis objetivos? ¿Hace sentido con mi audiencia? ¿Refuerza o diluye mi mensaje?
Porque si algo tenemos claro es que no se trata solo de hacer marketing “bonito” o de moda, sino de construir una marca con sentido.
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