Tu problema no es el marketing, si no tu dirección

En Tándem solemos escuchar una frase que, probablemente, también has dicho o pensado alguna vez: 

“Mi marketing no está funcionando.”

Y aunque esa afirmación suele venir acompañada de frustración de una baja interacción, poca conversión o resultados que no reflejan el esfuerzo, la verdad es que muchas veces el problema no está en el marketing. Está más atrás.

Ver más allá de la superficie

Es común pensar que la solución está en cambiar el formato del contenido, el tipo de anuncio o incluso la agencia. Pero en realidad, eso suele ser solo la capa más visible de un problema más profundo.
Porque antes de cualquier táctica, está la estrategia. Y antes de la estrategia, está la claridad.

Cuando una marca no tiene del todo definido quién es, a quién quiere hablarle o qué la hace diferente, el marketing se vuelve una serie de intentos por acertar, una especie de búsqueda a ciegas en la que ningún mensaje termina de conectar.

En otras palabras: no es que las acciones estén mal, sino que no parten de una base sólida.

Entender antes de actuar

A veces el marketing se usa como un curita, un remedio rápido para cubrir síntomas, no causas. Pero lo que realmente se necesita es una pausa para analizar, cuestionar y entender.

¿Tenemos claridad sobre nuestra propuesta de valor? ¿Estamos comunicando desde la esencia de la marca o desde lo que creemos que “vende”? ¿Cómo están funcionando nuestros puntos de contacto con los clientes? 

Sin esas respuestas, cualquier estrategia, por más creativa o bien ejecutada que sea, corre el riesgo de no sostenerse en el tiempo.

El paralelismo con las personas

Muchas veces lo comparamos con lo que sucede en la vida personal. Cuando sentimos que algo no va bien, tendemos a cambiar lo inmediato, la rutina, los hábitos, las apariencias, pero rara vez nos detenemos a entender qué está pasando en el fondo. Y hasta que no lo hacemos, nada cambia realmente.

Con las marcas ocurre igual. Si el marketing no “funciona”, tal vez es momento de ver hacia dentro.

La importancia de hacer introspección de marca

Hacer marketing sin autoconocimiento es como construir una casa sobre un terreno inestable. Puedes invertir en muebles nuevos o en una fachada llamativa, pero si los cimientos no están firmes, los resultados nunca serán duraderos.

Por eso, más allá de cambiar tácticas o herramientas, es necesario revisar la estructura completa:

• La propuesta de valor
  
  
• El posicionamiento
  
  
• La coherencia del mensaje
  
  
• La conexión con la audiencia
  
  

Ahí es donde realmente se puede definir el éxito o el estancamiento de una estrategia.